Hablemos de merchandising: ¿qué es y para qué funciona?

El merchandising es una técnica de marketing que tiene como fin incrementar la rentabilidad en el punto de venta, para lo cual se implementan diferentes actividades enfocadas a estimular la compra del cliente, como ofertas especiales, exhibiciones, productos de muestra, degustaciones, regalos personalizados, entre otras.

 

Podemos encontrar este tipo de estrategias en supermercados, centros comerciales, boutiques de ropa y hasta en ferias anuales y congresos. También pueden emplearse en tiendas online. Su objetivo principal es conseguir más ventas, mejorar la imagen corporativa o estrechar la relación con los clientes.

El merchandising permite a las marcas presentar sus productos de manera más atractiva. Lo que se busca es llamar la atención sin ser intrusivos para incentivar la compra.

 

Gracias a esta estrategia comercial, una empresa puede obtener varias ventajas, como:

 

  • Impactar directamente al cliente.
  • Destacar sobre la competencia.
  • Generar un recuerdo de marca.
  • Generar compras por impulso.
  • Potenciar productos “imán”.
  • Vender stocks o productos no tan visibles.
  • Tener rotación constante de productos.
  • Obtener mayor reconocimiento de marca.

Existen diferentes tipos de merchandising: promocional, visual, digital y omnicanal, que es una combinación de los tres anteriores. Las campañas de merchandising suelen ser muy creativas o ingeniosas; por ejemplo, ¿quién no se acuerda del Reto Pepsi de los años 80?

 

En el visual merchandising intervienen distintos factores, como la iluminación, el uso de tecnología, como aplicaciones digitales o pantallas interactivas, el ambiente, los colores, incluso el tránsito que hay en los pasillos.

Si estás dispuesto a hacer merchandising, te recomendamos estar siempre atento a las tendencias y conocer los gustos y necesidades de tus clientes. También estudia lo que está haciendo tu competencia y define bien tu identidad visual, ya que esto hará que captemos la atención del público.