La primera es tener una alta capacidad de comunicación, pues será quien hable en nombre de la marca y, por lo tanto, debe saber cómo entablar una buena relación con los usuarios y dar los mensajes correctos a la audiencia.
La curiosidad es otra característica inherente. Esto quiere decir que debe ser una persona con mente abierta, que le guste buscar información de manera constante, incluidas innovaciones en la web, y tenga ganas de aprender todos los días.
La organización es un aspecto fundamental, pues implica estar al pendiente de las tendencias, fechas a celebrar, etcétera, planificar las próximas publicaciones, así como ordenar tareas y responsabilidades para cumplir con las fechas de entrega.
También la flexibilidad y empatía entran en juego, ya que en ocasiones tendrá que variar el tono de la conversación según el usuario con el que esté interactuando y deberá ser capaz de atender quejas, comentarios y necesidades del público de la manera más adecuada.